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SEGURIDAD
Albañiles al alba encienden fuego
con restos de encofrados.
La vida ha sido un edificio en obras
con el viento en lo alto del andamio,
siempre cara al vacío. Ya se sabe
que quien pone la red no tiene red.
¿De qué sirve haber dicho tantas veces
palabras como amor?
Pobres bombillas de un final de línea,
se encienden los recuerdos.
Pero no quiero que me compadezcan:
me repugna esta forma tan fácil del desdén.
Necesito el dolor contra el olvido.
Esta hoguera encendida con maderos
delante del andamio es lo que soy:
una pequeña claridad
que, sea lo que fuere ser juzgado,
nadie podrá negarme nunca más.
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